Hemos subrayado la noción de liderazgo que lo engloba.
Notamos que el líder estaba necesariamente sujeto a las normas de las masas
Entonces, para convertirse en Alfa, tuvo que sobrerrepresentar el estándar.
Hasta el punto de parecer un precursor.
Aquí, vuelvo un poco a las nociones sobre las que se construyó la teoría del Alfa.
¿Cómo convertirse en una mujer alfa?
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La “actitud alfa” vinculada a la testosterona
Uno se pregunta, al no encontrar una mujer Alfa, si nosotros, el “genero débil” podríamos convertirnos en “Alfas” o si el dominio está reservado para los hombres.
Para muchos ” naturalistas “, no.
( Por naturalistas me refiero a aquellas personas que suponen que hay una naturaleza profundamente femenina y masculina que rechaza un conjunto de artículos científicos.
Pero, la palabra quizás sea incómoda ) .
- Estos últimos rechazan la teoría del género.
Para ellos, hay una naturaleza femenina ( hecha de dulzura, pasividad, amor al amor, etc. ) y una naturaleza masculina ( hecha de “independencia”, de amor a la acción, de un fuerte deseo, agresividad y sed de poder ).
Por naturaleza, las mujeres no tienen las cualidades que se esperan para convertirse en Alfa.
Es, en efecto, bastante pasivo , lo que corresponde mejor al papel de seguidor.
( De lo contrario, ella no es realmente una mujer, es una feminista.
Y eso no tiene nada que ver con eso ) .
Y está en los genes. O más bien hormonas.
Muchas de nuestras diferencias se explican por ” naturalistas ” a la producción masculina de testosterona .
Sin embargo, las mujeres (en menor medida) también lo producen.
Es la producción de testosterona lo que, en particular, abre el d3seo en ella.
Además, las mujeres producen otras hormonas que desempeñan (más o menos) el mismo papel en el cuerpo.
Dos personas del mismo genero pueden tener una brecha real en la producción de una hormona (mayor que la brecha en la producción de testosterona entre mujeres y hombres).
Pienso en particular en la hormona del estrés, el cortisol .
Estamos hablando de plasticidad cerebral .
Por tanto, es científicamente tendencioso hablar de una “naturaleza” que está vinculada a la producción de una sola hormona y que es inmutable.
Cabría preguntarse si esta agresividad, dominación y amor al poder naturales no vendría más bien de una construcción social.
Si es así, las chicas pueden, a priori, ser Alfa.
Aún así, uno podría preguntarse si el Alfa no es LA fantasía de lo que DEBE ser un Hombre, un Real.
¿Si no es una construcción social pura que empuja a los hombres a ajustarse al mismo modelo de éxito?
(Y finalmente, ser seguidores de un modelo dominante)
A esto, algunos naturalistas responden con etología.
El Alfa, el líder de la manada
La etología es el estudio de los animales y, en particular, de su comportamiento social.
Cuando hablamos del Alfa, nos referimos al lobo.
( De lo contrario, hay muchos otros animales con otras estructuras de grupos jerárquicos muy diferentes.
Por ejemplo, la noción de Alfa no está presente en el león ) .
Entonces hay en el lobo una manada dominada por un lobo, el Alfa.
Sin embargo, existen en la estructura jerárquica de los paquetes algunas contradicciones con la noción de “Alfa” humanizado:
El Alfa no es UN individuo.
Es una pareja formada por un hombre y una mujer. Ocupan el mismo lugar frente al grupo.
El Alfa no atrae a todas las mujeres. Vive en pareja m0nógama con el lobo.
- El Alfa es sin duda el dominante de su grupo.
Pero la manada se compone principalmente de sus descendientes.
El lobo amenaza y asusta a otras hembras que desean reproducirse.
Entonces, según la etología, el Alfa sería un chico (o una chica) en una pareja m0nógama con tendencia al infanticidio que, no obstante, compartiría las tareas del hogar .
Como dicen, sin brazos, sin chocolate. Sin chicas, sin Alpha.
Rehabilitación del Alfa
Por tanto, la noción de Alfa parece una fantasía, una construcción social pura.
Dejando de lado la misoginia, el concepto no deja de tener interés en el contexto del desarrollo personal.
En efecto, el concepto de Alpha ofrece unas líneas generales ( liderazgo, soltura social, éxito profesional ), pero el modelo deja áreas de incertidumbre (en particular sobre los valores que debe defender el Alpha ) permitiendo proyectar sobre él su propio modelo .
El interés del modelo
Cuando somos niños, aprendemos copiando a los adultos que nos rodean.
En la adolescencia, reproducimos los comportamientos de las personas que admiramos (estrella, amigos, profesor, etc.).
- Como adulto, seguir un modelo / s nos permite situarnos en las cualidades que queremos adquirir, superarnos un poco más cada día, ganar confianza en nosotros mismos cuando nos acercamos a él.
En esto, la idea de modelo propuesta por la “actitud Alfa” es rica.
Y, ciertos comportamientos con los que asociamos requieren sentido común, buenos modales.
Tener un modelo, un objetivo a alcanzar es un verdadero impulso para la superación personal .
Nos permite superarnos sabiendo hacia qué “Ego Ideal” nos dirigimos.
Tanto más cuanto que este modelo se refiere a un “saber hacer” más que a un “saber hacer” .
Los límites del modelo
Lástima que el modelo se proporcione en una talla, ya que es la única que vale la pena considerar.
También es una lástima que este modelo solo defienda los valores de las masas: éxito, dominio, liderazgo …
Para que sin rechazar estos (¿y por qué no?) Otros puedan hacerse ricos (creación, escucha, ternura, independencia, humildad…)!
¿Qué recordar para convertirse en una mujer Alfa?
En última instancia, la mejor manera de convertirse en una mujer Alfa es pensar detenidamente sobre quiénes queremos ser mañana.
La imagen que queremos enviar de vuelta al espejo.
Confiemos en las personas que admiramos para tener un objetivo más claramente definido.
Y, tomémonos el tiempo de cuestionarnos, de hacer balance de la situación hacia un avance, no del modelo dominante de “Alfa”, sino de un “alfa” más flexible, que se asemeja y nos corresponde.
Y tú, ¿qué personas te han servido de modelo a seguir? ¿Tienes una imagen de quién quieres convertirte mañana?