Una mujer puede ser paciente, comprensiva y empática.
Pero hay ciertos gestos que no se le olvidan, no porque le duelan para siempre, sino porque le enseñan a irse sin mirar atrás.
1. Burlarte de lo que le importa
Cuando se abre contigo, te cuenta algo personal o muestra ilusión por algo pequeño, espera respeto.
Si respondes con burla, sarcasmo o indiferencia, la decepción es silenciosa pero profunda.
Y desde ese día, ella comienza a guardarse lo que siente… lejos de ti.
2. Exponer sus debilidades en forma de chiste
Hacer bromas sobre algo que te contó en confianza puede parecer gracioso para ti, pero es una traición para ella.
Esa falta de cuidado emocional queda marcada, aunque no diga nada.
Y una vez que pierde la seguridad de ser ella misma contigo, ya nada vuelve a ser igual.
3. Desaparecer cuando más te necesita y luego volver como si nada
El abandono emocional deja heridas que no siempre cicatrizan.
Puede perdonarte una vez, pero si lo repites, se rompe algo que no se repara con palabras.
Ella no olvida que cuando más te necesitó, elegiste no estar.
4. Invalidar sus emociones con respuestas vacías
Decirle que está exagerando, que se lo toma todo a pecho o que no debería sentirse así, no la calma. La aleja.
Ella no busca una solución inmediata, solo un espacio donde lo que siente tenga valor.
Si no se siente entendida, se va apagando sin que lo notes.
5. Hacerla sentir que está compitiendo por tu atención
Si le das prioridad a todo menos a ella, si le haces sentir que tiene que esforzarse para que la mires, empieza a retirarse.
El amor no se pide.
Se siente.
Y cuando ella nota que siempre tiene que demostrar su lugar, termina dejando de luchar por él.
No te odia, no te grita, no te reclama
Solo se va.
Pero no olvida lo que la obligó a irse.
Y aunque pueda recordarte con calma, esas actitudes le confirmaron que estar contigo era perderse a sí misma.