No todo vínculo es duradero.
Y no toda relación tiene base para crecer.
Hay personas que suman por un momento.
Y hay otras que se convierten en cimiento.
Una mujer con la que puedes construir un futuro no es la que promete mucho.
Es la que demuestra con hechos.
No se trata de soñar juntos… sino de trabajar juntos
La imaginación es importante.
Pero si no hay acciones, los sueños se quedan en palabras bonitas.
Ella lo entiende.
Por eso no espera que todo se le dé, lo busca contigo.
¿Qué señales te muestran que puedes construir con ella?
-
Tiene estabilidad emocional, no dramatiza cada desacuerdo
-
Es constante, no desaparece cuando algo no le gusta
-
Habla claro, incluso cuando tiene miedo
-
Te apoya sin perder su individualidad
-
Piensa en el futuro, pero vive el presente con responsabilidad
No necesita una vida perfecta.
Quiere una vida compartida, real, y construida paso a paso.
Respeta tu proceso
No te exige que tengas todo resuelto.
Pero sí quiere saber que estás dispuesto.
A crecer.
A corregirte.
A comprometerte.
Y ella hace lo mismo.
Porque no se trata de que uno cargue con todo, sino de equilibrar la balanza.
Tiene dirección, no solo ilusión
Sabe hacia dónde quiere ir.
Y si lo que tú sueñas está alineado con su visión, caminar juntos se vuelve más fluido.
No es de las que esperan a ver qué pasa.
Es de las que proponen, ajustan y avanzan.
Con ella no se trata de aguantar, sino de construir
No se trata de soportarse…
sino de apoyarse.
No se trata de que uno gane y otro pierda…
sino de que ambos salgan fortalecidos.
Y si tienes a alguien así a tu lado, cuídala.
Porque con esa mujer, el futuro no asusta.
Se espera con ganas.