Tu autenticidad no es un problema
Es tu base.
Es tu forma natural de estar en el mundo.
No algo que deba ser editado para no incomodar a los demás.
Hay quienes no saben convivir con la verdad sin adornos
Personas que solo toleran lo predecible.
Que se sienten incómodas ante quien no finge, no disimula, no se adapta por obligación.
No es tu responsabilidad hacer que todos se sientan cómodos con quien eres
Tu valor no está en cuántos te aprueban.
Está en cuánto te mantienes fiel a ti mismo cuando no es fácil.
Autenticidad no es rebeldÃa, es coherencia
No es ir en contra del mundo.
Es ir a favor de lo que piensas, sientes y eliges, aunque eso incomode.
Muchos prefieren versiones diluidas de las personas
Más manejables.
Más previsibles.
Más fáciles de clasificar.
Y tú no viniste a eso.
No estás obligado a reducirte para encajar
Ni a explicarte a cada paso.
Ni a justificar tu intensidad, tu claridad o tu forma de ver la vida.
Suavizarte para ser aceptado es una forma lenta de desaparecer
Cada vez que te apagas para que otro no se ofenda, pierdes algo de ti.
Y al final, ni estás bien contigo, ni realmente conectas con nadie.
Quien necesita que cambies para estar cómodo, no está viendo tu esencia
Solo está viendo lo que proyecta sobre ti.
Y eso no es vÃnculo, es condicionamiento.
Tu autenticidad no necesita permiso
No tienes que pedir aprobación para ser honesto, directo o profundo.
Tienes derecho a ser tú, incluso si eso te deja con menos gente alrededor.
Más vale un cÃrculo pequeño con verdad que un teatro lleno de apariencias
No todo el mundo sabrá lidiar con tu energÃa.
Y eso está bien.
No viniste a ser entendido por todos.
Habrá quien te critique por ser claro, firme o directo
Pero eso dice más de su incomodidad que de tu carácter.
Tu trabajo no es proteger los egos de quienes no se atreven a mirarse.
Tú no estás aquà para gustar, estás aquà para ser real
Y quien valore eso, lo notará sin que tengas que explicarlo.
Deja de suavizar tu autenticidad
El que no sabe lidiar con ella, aún tiene trabajo que hacer consigo mismo.
No te corresponde achicarte por eso.