No siempre es un error grave lo que cambia todo.
Muchas veces, son pequeños gestos, repetidos una y otra vez, los que hacen que ella deje de verte con los mismos ojos y empiece a soltarte sin darte cuenta.
1. No recordar detalles importantes que ya te dijo
Puede ser algo simple como su color favorito, una fecha especial o una situación que te compartió con emoción.
Cuando olvidas esas cosas, ella siente que no estás realmente prestando atención.
Y si no te interesa lo que es importante para ella, ¿por qué te mantendría en su vida?
2. Dejar los mensajes sin responder por costumbre
No hablamos de no poder contestar de inmediato, sino de hacer de la demora algo habitual.
Cuando siempre estás ocupado para ella, pero activo para todo lo demás, el mensaje es claro.
Y lo que no se cuida a tiempo, se desgasta.
3. Hacerla sentir que es quien siempre se acerca primero
Si ella es la única que busca, propone, o pregunta cómo estás, comienza a sentirse sola en la conexión.
Y cuando una mujer siente que está sosteniendo el vínculo sola, poco a poco deja de hacerlo.
No por orgullo, sino por dignidad.
4. No tener tiempo para compartir momentos reales
Puedes hablarle todos los días, pero si nunca hay intención de compartir algo significativo, el lazo se debilita.
Las conversaciones vacías cansan.
Y ella no quiere llenar su vida con alguien que solo está por costumbre.
5. Restarle importancia a lo que siente en nombre de “no exagerar”
Decirle que no es para tanto o que todo está bien cuando claramente no lo está, la desconecta.
Ella necesita sentir que lo que vive tiene un espacio seguro contigo.
Si no lo encuentra, empieza a cerrarse sin explicaciones.
La desconexión llega en silencio, pero es definitiva
Un día ella ya no responde igual.
Ya no pregunta tanto.
Ya no espera nada.
Y cuando eso pasa, no es por una gran pelea, sino por muchas pequeñas fallas que no quisiste ver.