Qué hacer cuando ella usa su ego como barrera emocional

Te mira desde el otro lado de la mesa, sin decir nada.
La conversación ya no fluye como antes.
Y aunque intentas acercarte con calma, con palabras honestas, ella responde con frialdad.

—“No necesito que me analices.”
—“Estoy bien.”
—“No todo es tan profundo.”

Pero tú sabes que no está bien.
Lo sientes en su silencio.
En su forma de evitar tus ojos.
En cómo cambia el tema cuando le preguntas algo emocional.

El ego como escudo

Cuando una mujer ha aprendido a protegerse detrás del ego, cada intento de cercanía la hace sentir vulnerable.

Y no lo tolera.

En lugar de decir lo que siente, se distancia.
En vez de mostrar una herida, se arma de orgullo.
Si se siente insegura, responde con crítica.
Si algo le duele, lo transforma en indiferencia.

¿Cómo actuar ante esa barrera emocional?

No la derrumbes.
No la fuerces.
No la acuses.

Presionar solo fortalece el muro.
Pero retirarte sin aviso puede enviar un mensaje que no entiendes ni tú.

La clave está en el equilibrio:
acercarte con firmeza, pero sin perderte.

Puedes decir:

“No estoy aquí para invadirte, pero sí para entenderte.”
“No necesito que te abras por completo, solo que no me cierres por completo a mí.”
“Si algo te incomoda, prefiero que lo digas antes de que lo escondas detrás de esa actitud.”

Recuerda esto: no todo ego es arrogancia. A veces es miedo disfrazado.

Miedo a perder control.
Miedo a sentirse débil.
Miedo a que alguien vea lo que ella no sabe cómo mostrar.

Y ahí estás tú, con una decisión que nadie más puede tomar por ti:

¿Vale la pena esperar a que baje la guardia?

¿O ya has intentado suficiente, y seguir sería dejarte al final de tu propia historia?

No confundas fuerza con frialdad

Una mujer fuerte enfrenta lo que siente.

Una mujer herida, a veces lo esconde detrás de gestos que confunden.

Y tú no estás aquí para romper sus muros a golpes.
Tampoco para quedarte afuera mientras finges que no te duele.

Estás aquí para amar con claridad.
Para construir desde lo real.
Y si eso no es posible, también estás aquí para elegir la paz.