A veces no hace falta una discusión para que una mujer deje de pensarte.
Basta con ciertas actitudes que, sin darte cuenta, le envían señales claras de que no hay nada que sostenga su interés.
1. La haces sentir como una opción, no una prioridad
Tal vez no lo dices, pero tus acciones lo insinúan.
Cancelas planes con facilidad, respondes cuando puedes o dejas conversaciones a la mitad.
Ella nota que no estás realmente presente, y eso la lleva a tomar distancia emocional.
2. Siempre hablas de ti, pero poco preguntas por ella
Mostrar tu mundo está bien, pero cuando todo gira en torno a ti, ella se siente invisible.
Si nunca te interesa lo que piensa, cómo se siente o qué necesita, empieza a desconectarse.
Porque nadie quiere quedarse donde no es escuchado.
3. Te muestras frío ante sus emociones
Cuando minimizas lo que le afecta o actúas con indiferencia ante lo que le pasa, algo se rompe.
Puede que no lo tomes en serio, pero ella sí.
Y cuando no encuentra contención emocional, empieza a buscar distancia.
4. Eres inestable en tu trato con ella
Un día estás cariñoso, al siguiente distante.
Un mensaje lleno de atención, luego horas de silencio sin razón.
Esa montaña rusa emocional genera inseguridad, y con el tiempo, rechazo.
Porque lo que no da paz, no se desea.
5. No demuestras interés cuando no hay algo para ganar
Si solo estás atento cuando quieres algo o cuando crees que ella se está alejando, lo nota.
Y aunque no te lo diga, lo interpreta como egoísmo.
Una mujer se retira cuando siente que solo te importas tú.
Cuando deja de pensarte, ya no hay vuelta atrás
Ella no siempre se despide con palabras.
A veces solo deja de imaginarte.
Deja de buscarte.
Deja de responderte con emoción.
Y lo hace en silencio, porque entendió que estás mandando señales, incluso sin quererlo.